Vive la vida

miércoles, 22 de agosto de 2012

Se acaba.

El verano toca su fin, apenas quedan dos semanas. Demasiado rápido a pasado, a mi parecer. Y al de todo el mundo, seamos sinceros. Dudo que haya alguien en su sano juicio que quiera que llegue septiembre. La verdad es que ha sido bastante deprimente, comparado con el del año pasado. Me lo pasé mejor, fue más divertido y más lento. Yo que sé, este ha sido bastante deprimente. O puede que me haya quedado con lo malo, no lo sé. Y hubiera sido peor sin él, que me alegra los días y las noches. Aún así, ha dejado bastante que desear. Puede  que haya sido por la compañía, o porque he salido menos, y he tenido más cuidado que el año pasado, claro está. No lo sé, pero este autocontrol que he asumido este año no lo tenía el pasado, y ha ayudado a que me divierta menos. Sea lo que sea, tampoco ha estado tan mal. Ya que he aumentado amistades, y me he enamorado. Así que pensándolo bien, no ha estado nada mal.

jueves, 9 de agosto de 2012

Se me van a hacer las dos semanas más largas de mi vida.

Porque van a ser dos semanas sin verte. Porque se que te voy a echar un montón de menos, y voy a estar prácticamente todo el día pensando en ti, más de lo normal. Y tengo miedo, bastante. Miedo a que ocurra lo que ocurrió hace un par de meses, que vuelvas a beber. Porque lo peor es saber que no me lo vas a decir, como hiciste entonces, y no me voy a poder enterar, como pasó entonces. Mis fuentes no llegan tan lejos. Y de verdad, espero de todo corazón, que no hagas nada. Y no es que no confíe en ti, es que si ya lo hiciste una vez, nada te impide volverlo a hacer.

jueves, 2 de agosto de 2012

Un cuento de hadas es lo que me gustaría tener contigo.

Hola, al habla la infantil. La que aún cree en príncipes azules disfrazados de rana. La que sueña con que algún día la despierten con un "buenos días, princesa". A la que le encantaría ir a un baile a media noche. La que de pequeña se divertía buscando sapos, posibles futuros maridos. Esa misma, esa que te quiere.

Te debo mi sonrisa diaria.

Eres la razón por la cual me levanto con una sonrisa, y me acuesto con otra. Eres la razón por la  cual desde hace dos meses, que estoy de un buen humor inesperado. Eres la razón por la cual soy feliz. Sí, feliz. Feliz a tu lado, porque, ahora, no te cambiaría por nada del mundo. Que llegaste de inesperado, y en un mal momento, y tú solito has conseguido que vuelva a sonreír. Que vuelva a tener ese brillo en los ojos que hacía tiempo que no tenía, que me vuelva a enamorar. Por eso, y mucho más, te debo mi sonrisa diaria.